Los Serranos es una comarca de la Comunidad Valenciana (España), situada en el interior de la provincia de Valencia. También recibe los nombres de La Serranía y el Alto Turia. Comprende el curso alto del río Turia y territorios adyacentes.
Es una zona con baja densidad de población, la capital tradicional es Chelva, mientras que el municipio más poblado es Villar del Arzobispo.
El río Turia ha construido pequeñas vegas como las de Benagéber, Domeño, Tuéjar, Chelva y Loriguilla, de geología de tipo keuper, terreno muy propicio para la construcción de embalses. En ésta comarca hay dos pantanos, el de Benagéber y el de Loriguilla, que abastecen el área metropolitana de Valencia.
La lengua propia de sus habitantes es el español aragonés (pues pertenece al grupo de comarcas valencianas que tras la Reconquista fueron repobladas con aragoneses), y la variedad dialectal de la zona es conocida popularmente como “churro”.
Los Serranos o La Serranía es una comarca histórica que ya aparecía bajo el nombre de Serranía de Xelva en el mapa de comarcas de Emili Beüt (Comarques naturals del Regne de València), publicado el año 1934. Las únicas diferencias al respecto, es que los municipios de Chera y Sinarcas, actualmente se encuentran encuadrados dentro de la vecina comarca de la Plana de Utiel-Requena, y las antiguas localidades de Loriguilla y Domeño, (que actualmente se encuentran inundadas por presas), ahora están ubicadas en el Campo de Turia.
La comarca de Los Serranos es una de esas zonas donde los hermosos paisajes superan a la civilización. Al Norte limita con Teruel y al Oeste con Cuenca. La zona se caracteriza por contar con una orografía abrupta plagada de barrancos, valles y desniveles. El río Turia pasea a sus anchas entre espectaculares gargantas rocosas con paredes de hasta 200 metros de altitud que desembocan en valles llenos de grandiosidad. Las más reseñables son las pertenecientes a Santa Cruz de Moya, de Puente Alta en Calles y el de Chulilla. Su afluente más importante, el río Tuéjar, también forma parte de un entorno inigualable, desembocando en la cola del pantano de Loriguilla. También se caracteriza por sus sistemas montañosos como la Talaya, la Sierra de los Bosques, las sierras del Remedio o Santa María. Aparte pueden admirarse maravillosas muelas calcáreas como las de Alpuente o Aras de los Olmos. Las vegas creadas por el paso del Turia también son dignas de admirar.
A pesar de los diversos incendios forestales que ha sufrido la zona, Los Serranos aún conserva una importante masa forestal compuesta por pinos, álamos, olmos, encinas, lidoneros y una notable cantidad de plantas medicinales y aromáticas. Como cultivos tradicionales de esta zona destacan el olivo, la viña, los cereales, el nogal, el algarrobo y el naranjo. Todos cuentan con gran calidad y reconocimiento por parte de los expertos.
La fauna es más escasa y queda representada básicamente por el jabalí.
Esta comarca estuvo habitada desde los antiguos doblamientos neolíticos, posteriores a las edades de Bronce y Hierro; éstos fueron seguidos por asentamientos íberos, romanos y musulmanes. La comarca fue importante en el siglo XI, época en la que la localidad de Alpuente se estableció como reino de Taifa gobernado por la dinastía Banu Qásim y permaneció como villa real hasta 1814, bien pasada la Reconquista.
A lo largo de su historia ha sufrido diferentes pasajes bélicos debido a su situación geográfica. El propio Cid anduvo por la zona antes de la conquista de Valencia, y después le siguieron las guerras de la unión con Castilla, la Guerra de la Independencia, y las diferentes Guerras Carlistas.
Por su especial situación geográfica, muchas de las poblaciones de la comarca construyeron fortalezas para su protección durante la época musulmana. La mayoría de ellas fueron utilizadas y refortificadas tras la conquista, aunque debido a las múltiples guerras que han pasado por ellas, muchas han desaparecido por completo.
Castillo de Chulilla
Jaime I dona la localidad y su castillo al Obispo de Valencia a cambio de respetar los derechos de los musulmanes que allí residen. El Obispado tenía la facultad de nombrar alcaide del Castillo y disponer del número de centinelas. El Castillo ha sido utilizado como prisión eclesiástica a lo largo de la historia. Pero en 1331 Alfonso IV otorga privilegios a los repobladores cristianos y expulsa a los musulmanes con la concesión de una Carta Pobla para un centenar de cristianos.
En las Guerras Carlistas, Chulilla adquirió gran importancia y por ello recibe abundantes agresiones que unidas a un terremoto del siglo XVIII reducen muchísimo la esbeltez de la fortificación. Al Castillo le circunda el río Turia, la población se encuentra a los pies de la fortificación.
Castillo de Andilla
El Castillo de Andilla se halla situado en lo alto de un montículo que domina visualmente la ciudad. Es del siglo XI, de origen árabe. Es de destacar la presencia de restos de murallas esparcidas por las casas de la población. Presenta un escudo del barón de Andilla, Eximen Perez de Arenós, al que Jaime I le otorgó el señorío del castillo y de la población en 1237. La baronía fue formulada en 1292 cuando se expulsó a los moriscos y se admitió cristianos de repoblación otorgando la Carta Pobla.
Castillo de Alpuente
Este Castillo ha tenido gran importancia histórica por ser un lugar estratégico para defender la ruta de paso entre Valencia, Cuenca y Teruel. Por esta razón los monarcas siempre han considerado a Alpuente como una Villa Real. El Castillo presenta una larga muralla que englobaba dentro de ella al mismo pueblo y que contaba antiguamente con 14 torres de una anchura de 6 a 8 metros.
Se halla rodeado de escarpes montañosos y se despliega a lo largo de una roca de paredes verticales de hasta 50 metros de profundidad, es prácticamente inexpugnable, solo posee un camino de entrada.
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